Últimamente se habla y mucho de los acosos que se producen a través de Internet, de las amenazas que desde la red se realizan y las calumnias que desde el ciberespacio se lanzan. Aquí, se pretende analizar este fenómeno nuevo en su forma pero perenne en su fondo.
Y se dice que es nuevo en su forma pero perenne en su fondo porque a veces cuando se escucha hablar de este tema a la gente o en los medios bien puede parecer que las amenazas, el acoso y las calumnias, es algo nuevo que se produce desde que ha llegado Internet, cuando en realidad simplemente se trata de un nuevo canal, de una forma donde realizar estás ilícitas acciones, pero las mismas no son nuevas en sí mismas.
Atención, que decir lo anterior no significa minimizar el asunto, ni intentar desdramatizarlo. El mismo es de suma importancia, es muy grave y tiene graves implicaciones para la persona que lo sufre y grandes consecuencias jurídicas, pero no nos engañemos: como las ha tenido siempre.
Siempre ha existido el acoso, la amenaza y la calumnia, lo que sucede es que ahora se canaliza en muchas ocasiones a través de este nuevo canal, pero nada más. Sin que ello quite destacar que la persecución de estos casos en la red es en muchas ocasiones mucho más dificultoso que en los medios o formas tradicionales donde estas amenazas, acoso o calumnias se realizaban. Y sin olvidar que en muchas ocasiones el daño que se puede lograr a través de la red, la profundidad del ataque y las consecuencias y el potencial dañino puede ser mayor y más fácil de ejecutar.
En resumidas cuentas, el acto ilícito ha existido desde los inicios del hombre, la forma de realizarlo es lo que ha cambiado. Y del mismo modo la forma de combatirlo también ha cambiado, y de buen seguro que los profesionales legales más preparados saben como hacer frente a estas situaciones adecuadamente.