Fincas en venta en Sajonia de Rionegro: distinguiendo entre palabras de uso semejante

Aunque parcela y finca pudieran sonar en oídos legos cual sinónimos, la verdad es que según el marco jurídico se trata de términos diferentes. Y en ocasiones conviene saber qué es lo que distingue a cada uno; especialmente, si existe un contrato de compra-venta.

Una parcela es una sección definida de suelo que proviene de otra de mayor superficie. Queda delimitada geométricamente por el perímetro establecido en el documento de derecho legal de la posesión. Así, pudiéramos estarnos refiriendo a un terreno, construido o no, e independiente de las normativas locales que le afecten.

Generalmente, se entiende que es una propiedad rural y se clasifica de acuerdo con:

  • La forma: en regular o irregular, dependiendo de si los bordes se pueden trazar con una regla o no.
  • El tamaño: de pertenecer a un solo propietario y tratarse de una gran extensión se le llama latifundio. Los minifundios serían zonas agrícolas pequeñas dedicadas principalmente a la manutención.
  • Los límites: abiertos cuando ninguna barrera física las delimita sino el tipo de siembra o alguna particularidad geográfica. Las cerradas poseen vallas, cercas o muros que establecen la frontera.

Un inmueble, edificado o no que posea límites y un dueño se denomina finca. A su vez, esta se catalogaría como rústica, industrial o urbana. La primera se destina a la producción agraria, o ganadera. En las segundas se construyen fábricas o industrias. Mientras que en las terceras podemos erigir una vivienda por lo que resultan ser las más caras.

De este modo, al hablar de fincas en venta en Sajonia de Rionegro podríamos referirnos a cualquiera de las anteriores. Ya sean espacios funcionales o con fines recreativos y de relax. Estas últimas son las propiedades estivales, en el campo, pertenecientes a personas que viven permanentemente en la ciudad y las utilizan en momentos específicos para el disfrute y descanso de la familia.

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