No os voy a desvelar nada cuando os digo que al igual que la comida, que entra por los ojos, en el caso de las ventas, ya sea de una idea o un producto, también entra por los ojos.
Quien más y quien menos que se dedica al mundo empresarial o bien que tiene una mente intranquila y que siempre le gusta no acabar de salir de un lío para meterse en otro bien distinto, como es mi caso, ha tenido alguna idea de negocio o de un producto novedoso, que si bien en su mente tiene todo el sentido, a la hora de buscar compañeros de viaje para llevar a cabo esa idea, o bien, buscar financiación, ha tenido problemas a la hora de vender esa idea. Desde luego, esto se aplica también a la venta final del producto.
Por muy creativos que nos creamos o bien que seamos, según mi experiencia, lo mejor en estos casos, donde nos jugamos el tipo, horas y horas de trabajo invertidas, es no jugárnosla lo más mínimo con la presentación de la idea o producto y contratar a alguna agencia de publicidad y marketing.
Siempre firmando un acuerdo de confidencialidad, si el producto o idea es novedoso (esto está a la orden del día en estas empresas y nunca se van a sorprender que de lo solicitemos), lo mejor es mostrar nuestra idea y que un grupo de personas creativas multidisciplinares nos lleven la promoción y evolucionen la idea de marketing de nuestro producto.
El resultado siempre será mucho más interesante de lo que nosotros solos podamos hacer, además de que siempre vamos a tener control absoluto sobre lo que se crea, ya que nosotros decidimos si las ideas creativas van en consonancia con nuestra marca o lo que queramos representar a través de ella.
Luego siempre tenemos la incertidumbre de si nuestro producto tendrá éxito o no, que eso siempre es imposible de saber y también bastante complicado, pero por lo menos, no nos jugamos nuestra idea, y quién sabe si nuestro futuro a las primeras de cambio por culpa de una mala proyección de nuestra marca.