La tecnología ha invadido cada rincón de la vida del hombre, sea cual sea su edad. En esta ola de información se puede observar cómo los más pequeños de la casa se han sumergido en un mundo lleno de videojuegos, teléfonos inteligentes y ordenadores, haciendo que se mantengan aislados. Esto ha empezado a preocupar a muchos padres que saben muy bien que no hay nada más positivo para los niños que un buen material para manualidades.
Las manualidades siempre han ayudado a los estudiantes a tener un desarrollo continuo de su intelecto, al ponerse en contacto con elementos que han sido diseñados para despertar la creatividad. Asimismo, el uso de este tipo de herramientas no solo está relacionado con la originalidad, sino también a fortalecer sus capacidades motoras en el manejo de los objetos.
Además de estos beneficios tan importantes, ayudan a que el niño aprenda a comunicarse con el mundo exterior y a desarrollar valores como el de compartir con los compañeros de clase. El acto de elaborar un dibujo sencillo o pegar trazos de papel es para ellos una ventana abierta al mundo que aún están por descubrir.
Las manualidades se pueden considerar como un lenguaje, ya que a través de esta es posible plantear un escenario para la expresión de los más pequeños. El poder de observación para entender su entorno, desarrollar la imaginación, despertar la sensibilidad y la tolerancia y la adaptación a los cambios son otras ventajas de hacer manualidades.
Si los padres desean involucrarse con sus hijos para la realización de estas actividades, deben aprovechar cada instante para compenetrarse y para enseñarles sobre el uso de cada herramienta. Seguro que estos momentos quedarán grabados en la memoria de los niños y empezarán a entender la importancia de la convivencia.